Las formas verbales que encontramos en este fragmento son: “refleja”, ”nos hemos obsesionado”, “toma”, “agárrate”, “edificó”, “dio”,” estableció”, “serían” y “medir”.
Varias de ellas (“edificó”, “dio”, “estableció”) son formas verbales en pretérito perfecto simple de indicativo. Este tiempo verbal aporta un valor aspectual perfectivo ya que la acción está acabada. Por ello, la atención se centra en señalar que el hecho se produjo pero sin destacar su duración, de ahí que adquiera una visión aspectual puntual. El autor utiliza este tiempo en el fragmento para introducir el tema principal mediante una pequeña narración que nos informa del origen de las calorías. En la narración este tiempo sugiere dinamismo.
“Refleja” es una forma verbal en presente de indicativo, es el tiempo no marcado y posee simultaneidad con el momento del discurso. En este caso, tiene un valor durativo ya que tiene un carácter permanente y no ocasional, al indicar que el hecho de que la publicidad refleje nuestra obsesión se ha prolongado en el tiempo y en principio no va a cambiar. Por lo tanto, se trata de un tiempo imperfectivo.
“Nos hemos obsesionado” es un pretérito perfecto compuesto de indicativo que aporta un valor aspectual perfectivo, es decir, indica una acción realizada en un pasado reciente que mantiene cierta relación con el presente. Es utilizado por el autor para involucrar al lector en la lectura y conseguir que muestre interés por la lectura del artículo.
“Toma” y “agárrate”, ambas, son formas verbales en presente de imperativo y a través de su uso el autor logra dirigirse directamente al público y llamar su atención para que siga leyendo. El registro se convierte por unos instantes en coloquial.
“Serían” se trata de un condicional simple de indicativo, también llamado potencial simple. Es un tiempo relativo que indica una acción posterior a un momento del pasado. En este caso, aporta una idea hipotética o de posibilidad.
Por último, “medir” es un infinito en su forma simple que actúa como núcleo del predicado de una subordinada adjetiva sustantivada. Es una forma imperfectiva debido a que designa una acción en potencia. Transmite una idea en abstracto, haciendo uso de la función referencial por transmitir información objetivamente.
El fragmento pertenece a un texto periodístico con un modo de locución expositivo-argumentativo. Por ello, la primera línea que constituye la exposición justifica el uso del presente y el pretérito perfecto compuesto de indicativo para introducir el tema principal del artículo e intentar involucrar al actor en él mediante el uso de la primera persona del plural respectivamente. Por otro lado, en la parte argumentativa utiliza el presente imperativo para llamar la atención del público y hacer que muestre interés en seguir leyendo. Además, el hecho de que predomine el pretérito perfecto simple es debido a que hay un pequeño fragmento narrativo para informar al lector de cómo surgió el nacimiento de las calorías.
Ángela de Cos
