En este fragmento nos encontramos ante una gran cantidad de formas verbales. Siendo “soy”, “se dedica”, “se esfuerza”, “manejar”, “puede”, “sea”, “parezcan”, “pronunciadas”, “se celebra”, “afirmar”, “es”, “tenemos que preservar … cuidar …. impulsar”, “añadir” y “es” todas las que aparecen.
Aparecen muchas formas verbales no personales, aunque algunas de ellas no participan de la naturaleza verbal, sino que actúan como otras clases de palabras. Es el caso de “pronunciadas” que es un participio que actúa como adjetivo. Este hace referencia a las palabras que fueron dichas por el Rey Felipe VI. “Manejar”, “afirmar” y “añadir” son infinitivos simples, que en este caso sí actúan como verbos. “Manejar” actúa como núcleo de una proposición subordinada sustantiva, sin embargo, “afirmar” y “añadir” son los núcleos de dos proposiciones subordinadas adverbiales, de tiempo y finalidad respectivamente.
Por otro parte, también aparece una perífrasis verbal modal de obligación que es “tenemos que preservar … cuidar …. impulsar”. Esta perífrasis hace referencia a lo que el Rey considera que debemos hacer para mantener la lengua española.
Abundan las formas verbales de presente de indicativo: “soy”, “se dedica”, “se esfuerza”, “puede”, “se celebra” y dos “es”. Todas ellas son simples. Mediante el uso del presente, el autor indica que la acción posee simultaneidad con el momento del discurso. En cuanto a los valores de presente, la mayoría son presente durativo, con carácter permanente y no ocasional, como “soy”, “se dedica”, “se esfuerza, “puede” y el primer “es” se puede considerar con valor gnómico o atemporal al aportar el valor de defininición permanente del español. Sin embargo “se celebra” y el segundo “es” tienen carácter puntual. Esta abundancia de presente simboliza que el tema que se trata es actual, y que nos está narrando algo que está ocurriendo ahora.
Por último también aparecen dos formas verbales pertenecientes al presente de subjuntivo que son “sea” y “parezcan”. El subjuntivo es el modo de lo irreal, designa fundamentalmente realidades que el hablante cree que existen en su mente, siendo el presente de subjuntivo el de mayor probabilidad. En este caso se refieren a una suposición (“Quizás ésta sea..”), la de por qué le parecen al autor tan importantes las palabras de Felipe VI.
Este texto tiene un modo de locución argumentativo-expositivo, por lo tanto al encontrarnos en el primer párrafo, los verbos pertenecen a la exposición y al comienzo del cuerpo argumentativo. Los verbos de la primera oración se corresponden con la exposición en la que el autor se presenta y describe, con el uso de los presentes, e introduce el tema principal: la lengua española a la que, además, caracteriza como patrimonio que hay que cuidar. Además hace uso de la primera persona por lo que la subjetividad queda bien marcada desde el primer momento con la primera persona (“Yo no soy”) y las muy probables hipótesis del subjuntivo. Por otro lado utiliza varios infinitivos para introducir un argumento de autoridad .
Alberto Báscones
