10/22/2020

 CONTEXTUALIZACIÓN DE LA ÉPOCA Y EL AUTOR DE CAMPOS DE CASTILLA

EL MODERNISMO

Movimiento literario desde finales del XIX y durante los primeros años del XX (Primera Guerra Mundial). Inconformismo y esfuerzos de renovación opuestos a las tendencias vigentes (Realismo). En sus raíces hay un profundo desacuerdo con la civilización burguesa, se manifiesta a través de un aislamiento aristocrático y un refinamiento estético. Acompañado de actitudes (“bohemia” y el “dandismo”). Especial atención a la influencia francesa, instauraron una poesía de perfección formal, perfecta y equilibrada. Máxima figura, Leconte de Lisle, (temas modernistas: los mitos griegos, los exóticos ambientes orientales, lo medieval). El Simbolismo pretende ir más allá de lo sensible: para ellos la realidad encierra tras sus apariencias significaciones profundas o afinidades insospechadas con los estados de ánimo y la misión del poeta es descubrirlas. Este movimiento se propone sugerir lo que está oculto en el fondo del alma y de las cosas.

LA GENERACIÓN DEL 98

Según Azorín la integraban Unamuno, Baroja, Maeztu, Valle Inclán, Benavente, Rubén Darío,… no cita a Machado. Creía que no era algo deslindado del Modernismo ni opuesto a él. Sus ideas políticas, sus sentimientos estéticos son muy diversos. Lo que les une es un anhelo idealista. Ese idealismo se caracteriza por entroncar con corrientes irracionalistas europeas, puede hablarse de un neorromanticismo. Destacan las preocupaciones existenciales, los interrogantes sobre el sentido de la vida, el destino del hombre,… son capitales. Por eso se los considera precursores del Existencialismo. El tema de España se enfocará con tintes subjetivos, los autores proyectan sobre la realidad española sus anhelos y angustias íntimas. El subjetivismo es lo que lo caracteriza. Buscaron una respuesta abstracta y filosófica a los problemas concretos y prácticos planteados por la situación de España. Su evolución ideológica es amplia y en ambos sentidos: tradicional o progresista.

ANTONIO MACHADO

Nació en Sevilla en 1875. Se traslada a Madrid. Él y sus hermanos estudian en la Institución Libre de Enseñanza. Trabajó como actor de teatro por problemas económicos. Se va a París con su hermano Manuel, trabaja como traductor y entra en contacto con la vida parisiense. Allí conoce a Rubén Darío. Vuelve a Madrid a trabajar en una revista modernista y vive las preocupaciones de los jóvenes literatos. Publica Soledades. Obtiene la cátedra de Francés en el instituto de Soria. Se casa con Leonor. Ella muere de manera repentina. Antonio abandona la ciudad castellana y se traslada a Baeza, pero su corazón se queda en Soria, donde reposa Leonor. Poco antes, había publicado Campos de Castilla. Se traslada a Segovia. Publica Nuevas canciones. Es elegido miembro de la Real Academia Española. Conoce por entonces a Pilar Valderrama, la Guiomar de sus últimos poemas amorosos. Obtiene una cátedra en el Instituto Calderón de Madrid. En Madrid le sorprende la guerra. Firme partidario de la República, se traslada a Valencia desde donde escribe en defensa de su España. Se va a Barcelona y acaba refugiándose en Collieure (Francia) con su madre; ambos están muy enfermos. Muere allí en 1939.

                                                                                                                       Celia Fernández

10/14/2020

 “Por tierras de España”

El tema principal de este texto es el paisaje y las gentes de Castilla, ya que se muestra la magia de esta tierra tan monótona y seca (“llanuras bélicas”), que se refiere tanto a su naturaleza física como al carácter sencillo de sus habitantes (“trabaja, sufre y yerra”). También, critica la excesiva preocupación por lo religioso (“páramos de asceta”) y la decadencia de España, comparándola con todos los triunfos que tuvo en el pasado (“El hombre de estos campos que incendia los pinares”) (“antaño hubo raído los negros encinares”) y denunciando los males que le condujeron a esta situación (“le hieren y acongojan fortuna y malandanza”). Además, infunde confianza en su necesario progreso y utiliza a los paisajes castellanos como símbolos del alma y de su maldad (“un trozo de planeta por donde cruza errante la sombra de Caín”). Lo maravilloso de estos poemas  en que Castilla es un símbolo de las emociones del poeta y también es un territorio real que a Machado le interesa por sí mismo, (“ los robustos robledos de la sierra”) 

El poeta se abre en ocasiones a la reflexión crítica sobre la historia y la sociedad castellana para denunciar los males que la han conducido a su decadencia (“incendia los pinares”) (“ por donde cruza errante la sombra de Caín”) sin infundir en este poema ninguna confianza en su necesario progreso.

Enlazando con el drama temporalista tan persistente en Machado, Castilla en el presente del poeta ha sufrido una decadencia social, política, científica y cultural que contrasta agudamente con el esplendor de su pasado.  Esta decadencia lleva al poeta a pensar y sentir la acción destructora del tiempo en la vida personal de la que Castilla es un símbolo (“antaño”)(“hoy ve a sus hijos”), su lado oscuro y fuerza destructora (“veréis llanuras bélicas y páramos de asceta / ¿no fue por estos campos el bíblico jardín?”), incluyendo el concepto del hombre que cambia hasta la muerte, que pasa y deja de ser lo que es, presentando al hombre castellano (“hombre malo del campo”) (“pequeño, ágil, sufrido”). Así, su poesía es nostálgica y angustiosa por la pérdida de bienes pasados (“llora la que el vecino alcanza”)

Sandra Gutiérrez