El pensamiento y la actitud existencial de Sender se manifiesta en su preocupación por el hombre (“vio en los ojos de Paco una seriedad llena de dramáticas reservas”) y en su interés por temas antropológicos. El hombre, centro de atención, es considerado desde su relación con lo exterior, el mundo y la sociedad (“campesinos de manos rudas y corazón caliente”). La dignidad humana es tema recurrente en varias de sus novelas (“su deseo de obligar a todo el pueblo a visitar a los pobres de las cuevas y a ayudarles”). La reivindicación contra la injusticia es un tema muy manido también por Ramón J. Sender, mediante el enfrentamiento de los campesinos, los justos, contra los terratenientes injustos y violentos (“campesinos de manos rudas y corazón caliente”). Esto permite considerar la obra como una parábola moral.
La intención de Sender en estas secuencias de pasado era presentar una cuadro de la vida campesina y el problema de la aldea. Esto da pie a un enfrentamiento entre una cultura ancestral y la superestructura cultural de la clases dominantes, encarnada por Mosén Millán (“ en la presidencia se instalaron los novios, los padrinos, mosén Millán, el señor Cástulo y algunos otros labradores acomodados”).
La acción se desarrolla arropada por lo religioso aunque no haya descripciones detalladas de actos solemnes. Los sucesos de la vida de los personajes suceden alrededor de los sacramentos, como es el caso de este fragmento, situado en la boda.
La esquematización que la aleja de la novela histórica es conseguida mediante la alusión de referencias históricas por alusiones, en vez de relatar acontecimientos históricos concretos, los menciona de manera indirecta, aunque el lector sigue siendo capaz de identificarlos. La guerra tampoco aparece.
El tema principal en esta obra es el remordimiento por la traición de Mosén Millán a Paco, ya que se responsabiliza de su muerte aunque el sacerdote fuera engañado. Este remordimiento aparece reflejado sobre todo en las secuencias de presente cuando Mosén Millán recuerda la vida de Paco.
Alberto Báscones de la Arena
