Los principales símbolos del poema XCIX de Antonio Machado, aparecen asociados a los principales temas presentes en su obra Campos de Castilla : el problema existencial (el paso del tiempo y la muerte) y el tema de España.
El agua es un elemento muy manido por Machado, que simboliza el paso constante del tiempo y la muerte. Si el agua se encuentra quieta, estancada, simboliza la muerte, en cambio si está en movimiento hace referencia al fluir continuo de esta, que entronca con el paso inexorable del tiempo (tempus fugit) (“la tempestad llevarse los limos de la tierra por los sagrados ríos hacia anchos mares”). La tarde simboliza la melancolía, el fin del día, en definitiva de la juventud (“al declinar la tarde, sobre el remoto alcor”).
Los caminos son símbolos de la vida, que, por una parte, simbolizan el caminar errante hacia un futuro incierto que desconocemos, y por otro lado Machado lo observa desde un punto de vista nostálgico puesto que a medida que andamos vamos dejando el camino (metáfora de la vida), atrás (“dora el sol de los caminos”).
También aparecen elementos de la naturaleza, en la identificación del alma con las cosas del mundo, como los árboles, los cuáles dependiendo de su estado y del de sus hojas, simbolizan las etapas de la vida: la infancia, la madurez y la vejez. También la especies arbóreas simbolizan aspectos diferentes, tales como el roble siendo exponente de robustez (“antaño hubo raído los negros encinares, talado los robustos robledos de la sierra”). La muerte aparece retratada en la referencias a la luna (noche), el otoño o el ocaso (dora el sol), además aparece representada en el agua estancada como por ejemplo el mar (“hacia los anchos mares”).
En lo tocante al problema de España, Machado realiza un contraste entre el glorioso pasado de Castilla con el mezquino presente a través del lenguaje figurado (“en páramos malditos trabaja", "llanuras bélicas y páramos de asceta”). Las virtudes y defectos de los españoles también aparecen reflejadas en el poema, describiendo al hombre castellano tradicional (“el semblante enjuto de pómulos salientes, las cejas muy pobladas", "el hombre malo del campo y de la aldea, capaz de insanos vicios y crímenes bestiales”, “esconde un alma fea, esclava de los siete pecados capitales”). Machado también alude a la desertización, el despoblamiento y la decadencia político-económica de un país que necesita emigrar (“Hoy ve a sus pobres hijos huyendo de sus lares”).
Alberto Báscones de la Arena
