10/19/2022

Símbolos en "A un olmo seco"



Los principales símbolos que aparecen en el poema “A un olmo seco” de Antonio Machado están asociados a el tema presente en su obra Campos de Castilla: el problema existencial.  

El primer símbolo es el agua, simboliza el paso constante del tiempo y la muerte. Si el agua se encuentra en quieta simboliza la muerte y si está en movimiento hace referencia al fluir continuo de esta que entronca con el paso inexorable del tiempo. Aparecen la lluvia y el sol como símbolos de vida (“con las lluvias de abril y el sol de mayo”). Respecto al agua de los ríos y mares, el río  representa el paso de la vida hasta el mar que es la muerte (“antes que el río hasta el mar te empuje”).  

La tarde simboliza la melancolía con tonos ocres, rojos y violetas que forman el sentimiento melancólico (“un musgo amarillento”). 

Los caminos son símbolos de vida, por una parte, simbolizan el caminar errante a un futuro incierto, y por otro lado Machado lo observa desde un punto de vista nostálgico (“al borde de un camino”).  

Machado también utiliza elementos de la naturaleza como los árboles, el olmo en este poema tiene connotaciones de tristeza, fragilidad, se refiere a su mujer enferma cuando tenía alguna esperanza de curarse, por eso cuando habla del olmo con hojas verdes quiere decir que Leonor mejoraba (“con las lluvias de abril y el sol de mayo, algunas hojas verdes le han salido”), y cuando estaba peor describe al olmo de manera más negativa (“un musgo amarillento le mancha la corteza blanquecina al tronco carcomido y polvoriento”). Otros árboles que utiliza son los álamos, por que simbolizan la mejoría de Leonor, y al contrario que los olmos tienen connotaciones más felices, positivas, expresan juventud y resurgimiento (“los álamos cantores que guardan el camino y la rivera”). El río Duero simboliza el paso del tiempo (“olmo del Duero”). 

La muerte está retratada con la enfermedad de Leonor, su mujer, aparece con el símbolo del fuego (“antes que rojo en el hogar, mañana, ardas de alguna misera caseta, al borde de un camino”) rezuma rebeldía y evoca un paisaje soriano con connotaciones de esperanza (“Mi corazón espera también, hacia la luz y hacia la vida, otro milagro de la primavera”), Machado tiene la esperanza de que se cure. En este poema cuando habla de los ríos y mares se refiere a antes de la muerte de su esposa Leonor (“antes que el río hasta el mar te empuje”). 


                                                                Eva Collantes