2/10/2021

 El personaje principal en este fragmento es mosén Millán, un hombre bueno maleado por la fe ha madrugado demasiado debido a su enorme impaciencia que le hace sentir su culpabilidad. Esta larga espera no hace más que aumentar su sentimiento de culpabilidad (“Desde la sacristía, mosén Millán recordaba la horrible confusión de aquellos días, y se sentía atribulado y confuso.”). El cura es ingenuo porque se deja llevar por unos asesinos de apariencia caballeresca, pero además traiciona (moséMillan dio la impresión de que sabía dónde estaba escondido Paco) a sus creencias de cristiano y al paternalismo que le profesaba a la víctima. 

Paco era perteneciente a una familia con tierras aunque trabajaban de sol a sol. Siempre fue muy querido en el pueblo. A los siete años fue una especie de monaguillo suplente. De mayor tuvo fama de mozo atrevido. Paco es el héroe y la víctima, la narración de su vida y su muerte ocupa el mayor espacio en el texto. No aparecen datos suficientes para trazarnos una imagen física, salvo que es un buen mozo. Desde niño se gana el aprecio de sus vecinos. Será presentado desde el principio bajo un sino trágico. Desde el principio conocemos su final desdichado (Disparos por la noche, sangre), pero esto no convierte en tragedia su vida, sino la inevitabilidad de que los acontecimientos se desarrollen de aquel modo. 

Don Valeriano es administrador del duque y alcalde nombrado por los fascistas. Hipócrita e instigador. Don Cástulo Pérez va a lo suyo y pretende estar bien con el poder. Presta su coche para bien y para mal. No siente piedad pero tampoco denuncia a nadie, garantiza que el padre de Paco es (“trigo limpio”). 

El padre de Paco es un señor alegre y amable (si lo sabe, y no ha ido con el soplo, es un hombre honrado y enterizo). Mosén Millán piensa que ni él ni su familia son muy devotas. Le respetan en el clima de violencia porque, además de que no tiene ningún cargo político ni se pone a discutir abiertamente con los altos cargos, porque es una persona mayor y el pueblo le valora mucho y admira (“era trigo limpio”). 

A la mujer de Paco la gente la veía trabajadora y buena. No se entendía con su suegra. 

Los señoritos de la ciudad son muy finos y rasurados que eran llamados en el carasol pijaitos. Llegaron a la aldea poco después de su abandono por la Guardia Civil, después del alzamiento. Ellos eran la nueva autoridad en la aldea (“empujaba a los señoritos de la ciudad a matar más gente”). 

                                                                                                          Carla de la Pinta