Réquiem es una
novela que presenta dos tipos de estructura:
La estructura interna del Réquiem es una rememoración que realiza
el sacerdote afligido por un sentimiento de culpabilidad. Los recuerdos forman
un denso relato, desarrollo central de la novela interrumpido por los
personajes inesperados en la sacristía. Las evocaciones del sacerdote pasan
desde el nacimiento hasta la muerte de Paco: en este caso su escondite. La
novela tiene una estructura circular al comenzar y acabar en el mismo punto:
mosén Millán preparando la misa en la sacristía, y solo pasa media hora
La estructura externa de la novela no
está dividida en capítulo sino en secuencias, que se refieren al presente y al
pasado y se van intercalando. Esta secuencia es del pasado (“mosén Millán
recordaba”) y hace referencia a la vida de adulto de Paco. Se trata de la
secuencia número 7 (La guerra) que se da en 1936, inicio de la guerra civil
aunque hay una incongruencia, ya que los sublevados no entraron en Aragón hasta
1938.
La importancia del fragmento reside
en la traición de mosén Millán a su amigo de toda la vida, Paco, a quién incluso
bautizó, por lo que su decisión de posicionarse
al lado de los falangistas cala más.
Las causas que llevan a este
desenlace son el quebrantamiento de la amistad entre Paco y mosén Millán, ya
que en secuencias como la del viejo pobre y moribundo Paco se había dado cuenta
de la ausencia de caridad del párroco, este quería salir lo más rápido posible
de la casa del anciano en vez de ayudarlo. En este momento Paco se dio cuenta
de que él no quería seguir sus pasos, él quería combatir contra las injusticias
de este mundo y esto le lleva a realizar acciones contra el poder y a favor del
pueblo, que lo llevaría a esconderse. A pesar de su poca empatía, el cura no
quería delatarlo, demostrando así a Paco su lealtad, pero no fue capaz por la
presión ejercida por los sublevados, que dirigían la aldea tras el alzamiento
nacional y su supuesta unión al ser claros defensores de
Tras la traición narrada en la
secuencia, los forasteros intentan capturar a Paco a lo que él les ahuyenta con
tiros. La segunda vez acude mosén Millán con la promesa de que solo sería
juzgado. El cura, sin embargo, es incapaz de mantener su promesa otra vez y
Paco acaba siendo confesado y ejecutado. Esto crea un enorme sentimiento de
culpa en mosén Millán, que no acepta los pagos de la misa de Réquiem por parte
de los hombres ricos del pueblo. Además, nadie acude a dicha eucaristía ya que
sabían que había sido la traición del sacerdote lo que terminó con la vida del
buen hombre de Paco el del Molino.
Ana M. Sandra G.