1/11/2021

 

En este fragmento de la obra de La Casa de Bernarda de Alba, refiriéndonos a su estilo podemos encontrar las siguientes características:

Su teatro une realidad y poesía. Crece en Lorca la idea de un teatro didáctico con un enfoque social de la época. El realismo del lenguaje (“tú que eres la más rica) y ciertas expresiones cómicas serían rasgos propios del drama. Sin embargo, por la esencial impresión de necesidad de catástrofe, de lo inexorable de la frustración (“no pasa nada/ quiero irme de aquí”) hablaríamos de tragedia. Es un drama andaluz altamente poético, sin emplear versos.

En cuanto a los símbolos, el agua se manifiesta de manera muy especial en la obra y constituye una parte integral y poética. La abuela pide casarse en la orilla del mar con un varón hermoso que nos recuerda al amor y al sexo . No hay color en esta obra, solo hay blancos y negros.  El blanco y negro, es una perfecta estilización no realista de Andalucía.  En este fragmento aparece el traje negro de María Josefa y la gargantilla de perlas blanco.  Los únicos colores que aparecen en este fragmento es el ramo de flores que adorna la cabeza y escote de María José, simbolizando la rebeldía y el erotismo.

En cuanto al lenguaje dramático los personajes hablan, gritan, lloran y desesperan, solo que no lo hacen en verso (“MJ: ¡quiero irme de aquí, Bernarda!"). A través del lenguaje se consigue la individualización de los personajes, el diálogo está perfectamente fundido con la acción (“encerradla”), sin que haya en él nada que sobre o que falte, lo que se deja dicho y lo que se sugiere son carne y hueso de la tragedia. 

El lenguaje de la Casa de Bernarda Alba es el lenguaje andaluz llevado muchas veces a su esencia. El problema reside en el hecho de que el andaluz no emplea frecuentemente un lenguaje realista (“¡Hasta que salga de esta casa con los pies adelante, mandaré en lo mío y en lo vuestro!”) y además presume de ello, son muy populares las hipérboles con valor metafórico:( “haciéndose polvo el corazón”), piropos u obscenidades

    Cada frase va cargada de sentidos dobles y sugerencias irónicas (“Guárdate la lengua en la madriguera”) de sugerencias irónicas y hasta de simbolismo puro.  En cada acto hay un comienzo realista que se efectúa a base de emplear lenguaje muy natural y cotidiano, pero este lenguaje realista se abandona después para convertirse en lenguaje cargado de valores dramáticos. El lenguaje poético que va aumentándose tendrá dobles valores, múltiples significados que convierten las palabras en símbolos. Los tres actos de la obra son como tres olas, cada una de ellas de mayor tamaño y volumen.

Ana Martínez