Ángela Vicario es una de las protagonistas de la obra, es la mujer de Bayardo San Román, quien fue devuelta por no llegar virgen al matrimonio, de lo cual ella culpa a Santiago Nasar, cosa que todos creían falso ya que él se refería a ella como “tu prima la boba” y lo hacía improbable.
Santiago Nasar es un hombre de 21 años que abandona los estudios tras fallecer su padre para dirigir la hacienda que le dejó en herencia. Es soñador, alegre y nunca se mete en líos, es asesinado por los hermanos de Ángela Vicario tras ser señalado por ella de haberle quitado la virginidad. Es un personaje muy querido por el pueblo, además le consideraban “demasiado altivo para fijarse en ella”.
Purísima Vicario, madre de Ángela y de los gemelos, consideraba que la devolución de su hija era una desgracia y una falta de honor para ella y para la familia por eso mismo pega a su hija al enterarse, “había hecho más que lo posible para que Ángela Vicario muriera en vida”.
Luisa Santiaga, la madre del narrador, era a la vez la madrina de bautismo de Santiago Nasar y por ella fue nombrado. En ocasiones ayuda al narrador a reconstruir la historia “tuve que conformarme para esta crónica con algunas frases sueltas de sus conversaciones con mi madre”.
Flora Miguel era la novia de Santiago Nasar desde que iban a la escuela y se iban a casar el año de su muerte.
María Alejandrina Cervantes era la dueña del prostíbulo del pueblo y Santiago Nasar estuvo enamorado de ella en la adolescencia, pero el padre de él los separó.
Por último, el padre de Santiago Nasar, el difunto Ibrahim Nasar, un árabe con una mentalidad tradicional ya que seguía hablando con su hijo en árabe cosa que era poco común. Además, era mujeriego y machista, “andaba solo, igual que su padre, cortándole el cogollo a cuanta doncella sin rumbo empezaba a despuntar” .
Natalia García