Machado es un poeta antirretórico que gusta de la sencillez y claridad expositiva.
Una característica propia de los poemas de Machado suele ser la escasez de verbos aunque este poema es una excepción. El poema muestra todo lo que el poeta ve (“No ves, Leonor, los álamos del río con sus ramajes yertos”) El poeta, además utiliza recursos estilísticos para mostrar una versión menos monótona de sus poemas. Estos recursos estilísticos son la adjetivación con fuerte carga de connotación que representan la austeridad y humildad del paisaje castellano (“plomizos cerros”) Asimismo, el poema contiene varias metáforas utilizadas para embellecer el poema con una sutil tristeza (“manchas de raídos de encinares”), (“bordados de olivares polvorientos”) o para recordar el pasado glorioso de esta tierra castellana, (“curva de ballesta”). La interrogación retórica: “¿No ves, Leonor, los álamos del río con sus ramajes yertos?” eleva la tristeza de la elegía al saber que Leonor está muerta. La última enumeración apoyada por la aliteración de la “s” finaliza el poema con una sensación de agotamiento emocional (“solo / triste, cansado, pensativo y viejo”)
En lo referente a la estructura, utiliza adverbios de lugar (“allá”) para contraponer presente, pasado y futuro. En contraposición de los adverbios de lugar, están los sustantivos abstractos cuya función es expresar los sentimientos universales de los seres humanos (“sueños”).
A Machado le gusta mezclar lo popular y lo culto en la métrica. En este poema se trata de una silva arromanzada formada por seis versos heptasílabos y ocho versos endecasílabos. Dicha estrofa posee el siguiente esquema métrico: - a - A - A - a - a - A - A, con rima asonante en los versos pares.
JAVIER RUIZ ARGÜESO
