Tema o temas del fragmento en relación con
los temas de la obra
Lorca siempre lleva al
escenario destinos trágicos, pasiones condenadas a la soledad o a la muerte, y
generalmente encarnados por mujeres.
En La casa de Bernarda
Alba el elemento que envuelve el ambiente durante todo el desarrollo de la
obra es la frustración. En este fragmento aparece personificado por la joven
Adela. En el plano social tiene un fuerte componente moral por lo que podemos
relacionar la frustración con otros temas unidos al central que se ven
reflejados en el fragmento como la moral tradicional y la presión social, la
condición de la mujer en la sociedad española de la época, el orgullo de casta
y las diferencias sociales, que podemos apreciar entre Adela y la criada la
Poncia.
El amor es uno de los
temas principales, va ligado al sexo como una energía impetuosa y lo vemos n la
pasión que siente Adela hacia Pepe el Romano “apagarme este fuego que tengo
levantado por piernas y boca”. Pero los obstáculos que encuentra este amor
conducen de nuevo a la frustración, en este caso, Adela se siente frustrada
porque Pepe el Romano no le pertenece, ya que es el prometido de su hermana
mayor. En relación con lo anterior aparece también la esterilidad que va ligada
al mundo adulto, caracterizado en esta obra por la hermana mayor prometida con
Pepe el Romano, y esto explica la obsesiva nostalgia de la infancia por parte
de Lorca, caracterizado por la hermana menor, que es joven, risueña,
enamoradiza y con ganas de vivir su vida.
Además es muy
característico el principio de autoridad contra el de libertad. Durante la obra
aparece Bernarda encarnando a la autoridad, y las hijas representando la
oposición en distintos grados, desde actitudes más pasivas y sumisas hasta la
total rebeldía de Adela “No por encima de ti, que eres una criada, por encima
de mi madre saltaría”. Sin embargo en este fragmento, el papel de Bernarda lo
asume La Poncia, enfrentándose a Adela para cuidar la reputación de esa casa
“No me desafíes, Adela, no me desafíes”.
Esto nos lleva al último
tema, el ¿qué dirán? y las apariencias, el honor. “¡Velo! Para que las gentes
no escupan al pasar por esta puerta”. Relacionado con la reclusión que siente
Adela frente al ansia amorosa y esa pasión condenada a la soledad o incluso a
la muerte si alguien llegara a enterarse.
MARÍA
DEL VIGO