Lo primero que me ha llamado la
atención es la personalización del portafolio. Se valora mucho el tono
personal. Me parece muy importante la autoevaluación como instrumento de mejora
constante. Me ha sorprendido que en un portafolio docente se valore la
ortografía y la gramáticas correctas, era algo que presuponía y que yo
reservaba para la rúbrica del alumno. Me gusta la claridad con la que ha
redactado los diferentes niveles de los criterios de evaluación.
Me gusta
que en todos los aspectos evaluados se premie la reflexión porque es
imprescindible para crecer en cualquier ámbito. Por supuesto ésta no puede
constituir un criterio aparte; sino, que debe formar, creo que así es, parte de
cada criterio que se tenga en cuenta.
La
competencia reflexiva debe formar parte de todos los aspectos del portafolio:
filosofía del profesor, programación de contenidos y objetivos, evidencias, por
supuesto de las propuestas de mejora, del uso de las TIC, des desarrollo
profesional y de sus expectativas y cómo no de la evaluación y autoevaluación.