Tipo de texto
El texto “Lecciones de odio” es un texto periodístico más concretamente un artículo de opinión. Muestra subjetividad acerca de cómo ve el autor el odio en nuestra sociedad empleando la primera persona del singular (“Sospecho que en nuestra época se siente a disgusto consigo misma”).
Una finalidad de este texto es entretener al lector, para ello hace uso de recursos lingüísticos como la personificación y la metáfora que nos ayudan a comprender con más facilidad las ideas y a llamar la atención del lector (“A mí no me consta que la araña odie a la mosca”)
Por último, sabemos que es un texto actual ya que trata el tema de las redes sociales y este está muy presente en nuestro día a día (“Anduve encenagado en las redes sociales”) Empleando también una metáfora
Modo discurso
Este texto es expositivo-argumentativo cuya principal intención es convencer a los lectores empleando de la primera persona del plural (“Nuestra época”) haciéndonos ver así que el problema es cosa de todos al igual que nos afecta.
También encontramos diferentes tipos de argumentos, uno de ellos es el de presunción, para convencernos de lo que el autor expone (“Es común odiar a quien no se conoce en persona o vive lejos”) y otro sería el analógico que lo utiliza para comparar el comportamiento de los humanos con el de los animales.
El texto tiene una estructura encuadrada ya que la tesis aparece en la primera oración y en la última, donde se explica que la sociedad ha normalizado este tipo de comportamientos.
Desde la línea 1 hasta la 6 se encuentra la exposición, donde la autora comparte sus propias experiencias y con ello las consecuencias que presenta este tipo de estado.
Desde la línea 6 hasta la 20 se encuentra la argumentación donde se hacen comparaciones (“El odio, como la democracia”) y se aportan diferentes teorías (“No consta en la biología”) (“Carlos Castilla del Pino, que estudio a fondo los entresijos del compartimiento humano”)
Por último, desde la línea 20 hasta el final, está la conclusión donde se comenta hacia quién lanza la gente su odio (“Es común odiar a quien no se conoce en persona o vive lejos”) y las intuiciones del autor (“Sospecho”)
Irene arroba y Jimena Martínez