A pesar de ser una simple crónica, Gabriel García Márquez nos transmite más de lo que un suceso trágico podría depararnos.
El primer gran tema es la violencia, los personajes no pueden liberarse de esta. Constituye un mecanismo de autodefensa y una manifestación de rebeldía frente a una vida indigna. La violencia es considerada la gran tragedia de Colombia. En este fragmento no aparece directamente pero sí aparecen referencias a la trágica muerte de Santiago Nasar. Esta violencia está inserta en el código de honor que rige la moral del pueblo. Aunque los hermanos Vicario no quieran cometer el asesinato y hagan todo lo posible por que la gente les pare, es una cuestión del honor de la familia, que al fin y al cabo, es lo único que tienen al ser una familia de clase social baja. Este honor es otro de los temas presentes en la obra (“la misma hija le malogró los propósitos”). Defender el honor a través de un asesinato es considerado legítimo ante la divinidad, por lo que los hermanos Vicario se consideran inocentes. La violencia también aparece vinculada a la sexualidad, al machismo presente a lo largo de la obra (“cortándole el cogollo a cuanta doncella sin rumbo”).
El honor está estrechamente unido a la religión, y muchos aspectos de la obra ocurren alrededor de hechos religiosos. Esta religiosidad contrasta con la superstición y las creencias de muchos personajes en lo onírico, lo invisible o lo telepático. Esto conforma una manifestación de lo fantástico (“Me recibió como a un fantasma difícil”). El destino es otro elemento destacable de la novela, Santiago Nasar es la víctima sobre la que pesa esta fatalidad, causa de una inverosímil acumulación de errores y casualidades (“nadie creyó que en realidad hubiera sido Santiago Nasar”). Aparece una hiperbolización de la adversidad que atrapa a la víctima. Toda la historia posee un envoltorio de humor, el anticlímax de la violencia. Este humor alcanza lo grotesco y lo esperpéntico (“gavilán pollero”).
Por último un tema esencial de la obra es el amor, especialmente el alejamiento-encuentro de Ángela Vicario y Bayardo San Román, es un amor contrariado, secreto y apasionado (“la que habían obligado a casarse sin amor”). El amor ha culminado en el otoño de sus vidas, cuando Bayardo decide volver a verla tras todas las cartas de amor que había recibido pero que no abrió.
Alberto Báscones de la Arena
