Como consecuencia del final de la Primera Guerra Mundial (1914-18) se origina un periodo posbélico de cierto optimismo denominado los Felices Años Veinte (1922-29) que contagiaron a todo el planeta y vieron su fin con el Crac del 29 y la Gran Depresión. En cuanto a España, cabe recalcar que la situación empeoró drásticamente debido a la pérdida de las colonias y a los graves problemas sociales; la división burguesa en bandos y la situación marginal de la mujer. El gobierno es incapaz de solucionar estos inconvenientes y se llevan a cabo distintos gobiernos como la dictadura de Primo de Rivera o la Segunda República Española (1931-39) cuya incapacidad resolutiva desembocó en la Guerra Civil Española (1936-39)
Esta situación recesiva fue clave en el desarrollo del género teatral, rasgo propio de la literatura contemporánea. De esta manera, surgen unas circunstancias específicas que rodean y definen al teatro del siglo XX. Los condicionamientos comerciales evidenciados en el predominio de locales privados dirigidos principalmente al público burgués, ejercen una gran repercusión en el desarrollo teatral tanto en lo ideológico como en lo estético. Se desarrolla así un teatro con escasas posibilidades de atravesar la capacidad autocritica del publico consabido, también podemos detallar el fuerte rechazo propio de la época frente a experiencias contradictorias a lo tradicional. Por esta razón, las nuevas tendencias se verán resignadas y se discernirán entre el teatro que triunfa y el teatro innovador. Este último intenta aportar nuevos enfoques ideológicos como es el caso la Generación del 27 que incluye la obra de Lorca. Se trata de un grupo poético que incluye a poetas de la talla de Alberdi, Cernuda, Jorge Guillén o Gerardo Diego.
La otra Generación del 27 estaba formada por autores como Casona, Poncela o Mihura. Entre sus rasgos más relevantes cabe mencionar una depuración del teatro poético, la incorporación de las formas de vanguardia y el propósito de acercar el teatro al pueblo. En definitiva, constituye una generación de jóvenes cuyo principal incentivo es promocionar en España cambios profundos para modernizar la nación. Su máximo exponente es Federico García Lorca.
El autor de La Casa de Bernarda Alba, Federico García Lorca, nace en 1898 en Fuente Vaqueros, El teatro lorquiano se dividirá en varias fases; los inicios en los años 20, la experiencia vanguardista de los años 30 y la etapa de plenitud en sus últimos años. Durante toda su vida solía volver sobre sus obras para retocarlas.
Comienza su trayectoria en 1920 con un ensayo juvenil que fracasa y gira en torno al amor imposible y la frustración, rasgos del drama medular de la creación lorquiana. Su primer triunfo teatral llega con Mariana Pineda, una heroína liberal que murió ajusticiada. Tras el éxito de su poemario Romancero gitano (1928) Lorca sufre una profunda crisis vital y se prolonga durante su estancia en Nueva York (1929-30), producto de su homosexualidad. Le afectan especialmente las opiniones de sus amigos Dalí y Buñuel. Como consecuencia Lorca desata su imaginación bajo el influjo surrealista.
Más tarde, escribió Bodas de sangre (1933). En 1934, regresó a Madrid y estrenó Yerma, tragedia de una mujer atormentada por la esterilidad, considerada “pornográfica" por la España conservadora. Por último, en 1936 Lorca escribió su obra maestra, La Casa de Bernarda Alba. El autor nos muestra la sociedad de su época, dominada por las apariencias y diferencias sociales entre hombres y mujeres El autor nos muestra la sociedad de su época, dominada por las apariencias y diferencias sociales entre hombres y mujeres creando así un documental con el propósito de reflejar esta realidad cruel. El estreno se produjo en 1945 y pisó los escenarios españoles en 1950. Es importante detallar que Lorca no vio el estreno de su obra ya que fusilado al comienzo de la Guerra Civil Española por su ideología política y homosexualidad.
Alberto Vallejo González
