11/13/2023

Valoración personal

     

    Montero apunta en este artículo en una dirección poco habitual en estos tiempos y, además, de forma muy bien argumentada; sin embargo, creo que no consigue precisar el inicio de esta carrera en contra de la edad y, aunque no lo parezca, ésta empieza mucho antes de lo que pensamos. 

    Cada vez más jóvenes se empiezan a fijar en su aspecto: el gimnasio es un pilar en su salud física y emocional y la dieta sana es el objetivo para la mayoría de ellos. Hasta aquí nada raro. El problema empieza cuando hablamos ya de belleza: pregúntele a cualquier joven qué es eso del skincare, seguro que sabe responderle. O peor aún: la nueva moda sobre las “operaciones preventivas”. Si desconoce el término, enhorabuena, se ha alejado de una juventud enfermiza por una piel de nácar, casi de muñeca, donde prima la belleza sobre la humanidad. 

       Bótox: palabra mágica. Cada vez más gente joven empieza a hacer “retoquitos” con esta sustancia porque “si lo haces más tarde, se nota el cambio”. Sinceramente, es una moda que no puedo comprender: ¿quién querría vivir con la cara de tus veinte toda la vida? El humano, como animal que es, tiene un ciclo vital que hay que asumir, porque es ley de vida (y muerte). 


    Probablemente este miedo a la terrible arruga, la temida pata de gallo o la horrenda ojera no sean propios, sino influjo directo de la sociedad. Sea como fuere, igual nos hemos vuelto locos con tal de mantenerse fiel a la estética. Un cuidado de la belleza es normal; pero que el ácido hialurónico no sea tu moneda para entrar en un mundo de operaciones. Somos personas, no Mr Potato. 

Alejandro Gutiérrez