Sólo Pura Vicario
supo lo que hizo en las dos horas siguientes, y se fue a la muerte con su
secreto. «Lo único que recuerdo es que me sostenía por el pelo con una mano y
me golpeaba con la otra con tanta rabia que pensé que me iba a matar», me contó
Ángela Vicario. Pero hasta eso lo hizo con tanto sigilo, que su marido y sus
hijas mayores, dormidos en los otros cuartos, no se enteraron de nada hasta el
amanecer cuando ya estaba consumado el desastre.
Los gemelos
volvieron a la casa un poco antes de las tres, llamados de urgencia por su
madre. Encontraron a Ángela Vicario tumbada bocabajo en un sofá del comedor y
con la cara macerada a golpes, pero había terminado de llorar. «Ya no estaba
asustada -me dijo-. Al contrario: sentía como si por fin me hubiera quitado de
encima la conduerma de la muerte, y lo único que quería era que todo terminara
rápido para tirarme a dormir.»
Pedro Vicario, el
más resuelto de los hermanos, la levantó en vilo por la cintura y la sentó en
la mesa del comedor.
-Anda, niña -le dijo
temblando de rabia-: dinos quién fue.
Ella se demoró
apenas el tiempo necesario para decir el nombre. Lo buscó en las tinieblas, lo
encontró a primera vista entre los tantos y tantos nombres confundibles de este
mundo y del otro, y lo dejó clavado en la pared con su dardo certero, como a
una mariposa sin albedrío cuya sentencia estaba escrita desde siempre.
-Santiago Nasar -dijo.
Desde el punto de
vista externo la obra se divide en 5 partes o secuencias de extensión
homogénea. El narrador-cronista despliega un puzle por su necesidad de enlazar
su memoria con la de otros a través de testigos que aporten puntos de vista
complementarios. En su tarea de reconstrucción juega con diversos planos
temporales, puntos de vista y entrada de los personajes entrevistados. De entre
las cinco partes en las que podemos dividir la obra, este fragmento se
encuentra en el final de la segunda parte. Dicha parte es paralela a la primera
y tiene como eje a Bayardo San Román, su familia y su relación con Ángela
Vicario. Destaca la preparación de la boda, el festejo y la retirada de los
novios a su nueva casa (la casa del viudo Xuis). La devolución de la novia en
un estado lamentable y la revelación del causante de su deshonra. Este final
contrasta con el clima de fiesta y celebración inmediatamente anterior.
(DEBEMOS RESUMIR TODA LA ESTRUCTURA DE LA OBRA)
Una de las causas
principales que lleva a la obra hasta este punto es el la virginidad perdida de
la prometida de Bayardo San Román; Ángela Vicario. Esta, decide no desvelar su
secreto antes de tiempo, ni tampoco engañar a su marido en la noche de bodas. A
pesar de haber sido adiestrada para los engaños pertinentes para ser capaz de
pasar por una novia la cual llegó virgen al altar; ya que no cree que Bayardo,
por muchos defectos que tenga, merezca eso. Es entonces cuando la descubre, y
este, deshonrado, la devuelve a casa de sus padres esa misma noche. Es en ese
preciso momento, cuando Ángela, a pesar de haberse casado por obligación, al
ver a su marido comportarse como realmente se espera de un hombre, se enamora
locamente, y por ello la duelen menos los golpes de la paliza que le da su
madre; Pura Vicario.
La importancia de
este fragmento reside en que es la situación clave para el desarrollo de la
obra, siendo el momento en el que los hermanos Vicario son llamados de urgencia
por su madre, y al llegar a casa y enterarse de lo ocurrido, le preguntan a
Ángela por el causante de su desgracia, y esta, tras aparecérsele entre tantos
otros nombres, el destino decide que elija el de “Santiago Nasar”. Es esta la
única prueba en toda la obra que nos hace pensar en su culpabilidad, ya que por
la forma de actuar y su verdadera reacción podríamos llegar a confirmar su
inocencia. Es donde aparece claramente el destino señalado, ya que el que es lo
que condena a Santiago, entre otras muchas e inexplicables casualidades. Es
importante también por el hecho del honor manchado de la familia, el cual los
gemelos se ven obligados a limpiar, a pesar de no querer cometer el crimen, ya
que según nos transmite la obra, Santiago era amigo suyo. Podemos ver también
un cambio en los sentimientos de Ángela, ya que ahora está loca e irónicamente
enamorada de Bayardo, y no siente tampoco ningún remordimiento por haber sido
la culpable del trágico final que recibe Santiago, aun sabiendo que no era el
verdadero hombre que buscaban.
La consecuencia
principal de todo es el propio crimen, la muerte de Nasar. A pesar de saber
desde el principio que va a morir, no sabemos realmente cómo ni por qué. Es
ahora cuando entendemos esa rebeldía de los victimarios en forma de una
violencia inserta en un prestigiado código de honor, el cual no espera, y que
los hermanos Vicario han de limpiar cuanto antes, quedando perdonados ante los
ojos de Dios. Sin embargo, para el pueblo no es Santiago la verdadera víctima,
sino Bayardo, el hombre deshonrado. Es otra de las consecuencias, el repentino
enamoramiento de Ángela, la cual continúa mandándole cartas a su amado durante
años, apareciendo inesperadamente él, al final de la obra, con todas esas
cartas sin abrir. Se presenta entonces un final relativamente feliz el cual es
aceptado por el lector ya que el amor nunca tuvo mucho que ver con la razón.
LAURA ARGÜESO