12/10/2020

ACTITUD E INTENCIONALIDAD

 

La actitud del autor es claramente subjetiva. Da su opinión sobre cómo viajamos hoy en día y lo diferncia del pasado. Para apoyar esta idea de manera subjetiva lo hace, sobre todo, con argumentos de presunción (“tendremos que convenir”). 

Presenta rasgos propios de esta actitud, el primero es la presencia de adjetivos valorativos como “hospitalario”, lo que ayuda al autor a expresar su opinión. Otro rasgo propio de la subjetividad y que aparece en el texto es la función expresiva “apenas merece la designación de simulacro”además utiliza símiles como “nos deposita como fardos” para aumentar el grado de subjetividad del mismo, y hacerlo más entretenido al lector. Utiliza rasgos propios de la objetividad para ocultar parte de esta subjetividad con proliferación de oraciones enunciativas por todo el texto (“antes del boom turístico”) para informar, al igual que la pasiva refleja: “se suceden”. 

En cuanto a la intencionalidad se puede decir que el autor nos intenta convencer de cambiar nuestra manera de viajar, trasmitiendo así su opinión sobre el tema. Para ello utiliza la función apelativa en interrogaciones retóricas (“¿qué demonios queda del viaje?") a modo de reflexión. Para involucrar al lector, preocupándose así por que el mensaje nos llegue, también usa la 1º persona: “convertirnos en zascandiles”. Otra intención del autor es dejar clara la diferencia entre “viaje” y “desplazamiento”; de esta manera, el lector siente que lo que hace habitualmente es desplazarse más que viajar.  

                                                                                                                          Ángela Matos